Bajo la denominación AdBlue se esconde una marca registrada por la Asociación Alemana de la Industrial del Automóvil. El producto en sí es una disolución de urea al 32,5% en agua desmineralizada. El AdBlue se inyecta en el escape y, mediante una reacción química producida por el calor del escape, se transforma en amoniaco, el cual llega a un catalizador de reducción selectiva (SCR), convirtiendo el óxido de nitrógeno (NOx) en nitrógeno (N2) y oxígeno (O2).
En los coches diésel modernos, el AdBlue va almacenado en un depósito adicional de entre 12 y 17 litros, y dura entre 6.000 y 8.000 km en condiciones de uso normal.
Como contaminan los diésel
Se ha puesto en entredicho la contaminación de los coches diésel, cierto es que los coches diésel contamina mas que los coches gasolina, pero no tenemos que meter en el mismo saco, los coches modernos contaminan menos que los motores gasolina.
De esto se encarga el famoso AdBlue, vamos a revisar uno de los métodos que la industria automovilística ha ideado para evitar que los gases nocivos y las partículas emitidos por este tipo de vehículos pasen al aire y lleguen a nuestro organismo.
BlueTec, BlueHDi, BlueMotion… cada vez proliferan más las denominaciones encabezadas con la palabra “azul” entre los coches diésel que se comercializan. La causa es la entrada en vigor de la norma Euro 6 que limita las emisiones contaminantes permitidas para los motores, especialmente en lo que a partículas sólidas y gases NOx se refiere. Aunque hay mecánicas que logran cumplir esta norma sin recurrir a este tipo de sistemas de depuración de los gases, todo apunta a que con la llegada de la norma Euro 6.2 la práctica totalidad de motores diésel precisarán de ellos.
Los motores diésel generan menos cantidad de productos contaminantes y CO2, pero, por desgracia, hay dos emisiones que son muy peligrosas y que deben ser reducidas en la medida de lo posible: los óxidos de nitrógeno (NOx) y los benzopirenos presentes en la ceniza que genera la combustión del gasóleo.
Los benzopirenos son partículas sólidas que se adhieren a los tejidos del sistema respiratorio y son altamente cancerígenas, de ahí que se haya hecho obligatorio el instalar filtros antipartículas en los diésel para atraparlas de forma completamente mecánica, instalando un tamiz en el tubo de escape del coche. “Aquí personalmente tengo una reflexión y es que me parece increíble que en algunos talleres de mecánica que inhabilite este sistema de filtrado, pe parece una irresponsabilidad por el taller que realiza este tipo de intervención, tenemos que tener en cuenta que estamos jugando con la salud de la gente, pero esto creo que lo dejo para otra entrada y explico mas detalle casos que nos han llegado, con sistemas inhabilitados para pasar la itv de forma fraudulenta.”
Sin embargo, los NOx no se pueden eliminar físicamente, por lo que precisan de una reacción química que los transforme una vez generados de forma que no salgan a la atmósfera. Para producir esta reacción química, se precisan dos elementos: por un lado, un catalizador que facilite que el proceso tenga lugar y, por otro, un compuesto químico que reaccione con los peligrosos NOx y los transforme en otros gases inocuos. Este aditivo se conoce comercialmente como AdBlue (es una marca registrada) como os comenté anteriormente.
¿Cómo funciona el AdBlue en mi coche diésel?
En el cilindro se hace arder el gasóleo con altas presiones y temperatura. Para ahorrar el máximo en combustible, se busca que esa combustión se produzca con un exceso de aire y el mínimo de combustible necesario. Esto provoca que en el proceso químico que tiene lugar en el cilindro se produzcan óxidos de nitrógeno (el nitrógeno y el oxígeno están presentes en el aire), que no interactúan con el hidrógeno y el carbono presentes en el hidrocarburo.
El gasóleo es un hidrocarburo, es decir, básicamente es un compuesto formado por hidrógeno, carbono y oxígeno. Si tanto el gasóleo como la combustión fuesen perfectos, tras la combustión debería salir por el tubo de escape dióxido de carbono y agua, pero, además de que la reacción química no es completa, el combustible tampoco es puro, así que se generan más productos.
El símbolo NOx comprende varios compuestos químicos con oxígeno y nitrógeno en su formulación:
- N2O: monóxido de dinitrógeno, conocido como “gas de la risa”. Puede provocar pequeñas amnesias en el ser humano, también se combina con otros gases en las anestesias. Además, es un comburente que permite incrementar la capacidad de quemar combustible por una máquina y aumentar así su rendimiento (el famoso óxido nitroso de los coches de “Too Fast Too Furious”). Es muy contaminante, cada molécula de N2O provoca el mismo efecto invernadero que 3 moléculas de CO2.
- NO: monóxido de nitrógeno, es un gas tóxico inestable, conocido como uno de los radicales libres. Su inestabilidad hace que reaccione con el oxígeno y el aire y pueda degenerar en moléculas de ácido nítrico, provocando lluvia ácida.
- N2O3: trióxido de dinitrógeno, en estado gaseoso es muy inestable (hierve a 3ºC) y se transforma en ácido nítrico en combinación con el aire.
- N2O4: tetróxido de dinitrógeno, es muy tóxico y corrosivo.
- NO2: dióxido de nitrógeno, es el más frecuente en la combustión de los motores. Tiene un color marrón amarillento y es muy contaminante, provocando irritaciones graves en el sistema respiratorio. Está considerado como uno de los principales causantes de enfisemas pulmonares.
- N2O5: pentóxido de dinitrógeno. A diferencia de los anteriores, este compuesto químico se encuentra en estado sólido a temperatura ambiente. Mezclado con agua produce ácido nítrico.
Tras la combustión en los motores modernos, la mayoría de los NOx que se generan son NO y NO2 y, para evitar que salgan a la atmósfera, se introduce una pequeña planta química en el tubo de escape de los coches. Este “laboratorio automático” añade urea diluida en agua a los gases y hace que reaccionen en el catalizador para que los óxidos de nitrógeno y el amoníaco se transformen principalmente en nitrógeno, agua y CO2. Los tres son inocuos y, aunque el CO2 es un gas de efecto invernadero, es mucho menos “activo” que los óxidos de nitrógeno.
La urea (a diferencia de la cerina, que se añade al combustible antes de quemarlo en el cilindro) se añade a los gases al salir del cilindro mediante un inyector. Ya tenemos los componentes que debe tener un coche con AdBlue:
Depósito de urea: normalmente de unos 20 litros de capacidad, con una autonomía de unos 20.000 km.
Inyector de urea: insertado en el tubo de escape y antes del catalizador, pulveriza la cantidad precisa de urea para que tenga lugar la reacción química.
Unidad de control: una centralita debe calcular la cantidad de urea necesaria en cada momento para que la reacción sea estequiométrica (es decir, que todas las moléculas reaccionen sin que sobren de una o de otra). Esta centralita, además, deberá informar al conductor sobre la cantidad que queda en el depósito de urea y recomendar el repostaje del aditivo antes de que se agote.
Lo mejor es verlo en funcionamiento así que os dejo un video de como funciona esta planta química que tenemos en nuestros coches diesel.
¿Es caro repostar AdBlue?
20 litros de AdBlue tienen un precio medio de unos 40 euros actualmente. No es barato, pero, si tenemos en cuenta que sólo se hace una vez cada 20.000 km, el coste por km es ridículo a cambio de reducir la probabilidad de tener un cáncer.
¿Qué pasa si se me acaba el AdBlue?
Cada fabricante lo hace una manera concreta, en nuestra marca si nos quedamos sin urea el coche no funciona, esto es normal puesto que no es apto para circular por las carreteras, en ese momento no cumple con la normativa de anticontaminación, aunque nos avisa con bastante antelación sobre unos 2000 a 3000 kilómetros de autonomía.